martes, 31 de marzo de 2009

ARENGAS PARA LA LIBERTAD


“De ahora en adelante que estas líneas sepan sobrevenir sobre los mistagogos de la sin razón la más pérfida de las ignominias”


Probablemente jamás háyasele ocurrido al individuo cometer la suficiente herejía como alzar la mirada para así ponderar su circunstancia; probablemente sufra por sobreponerse a esta y amoldarla según su criterio y vigor; probablemente aún no posea la suficiente sangre fría como para erigir el monumento a la dignidad y la rebelión…

¡Y es que el hombre vadea asiduo a un dogma! Compasión por el que habiendo encontrado el camino de la perfección ha optado por la senda de la desidia y el despotismo.
Heredero de la tierra ácrata donde en lontananza pueden confundirse las manos toscas de los labriegos con el sutil refunfuño de los rayos solares descomponiéndose por doquier. El hombre llego a su edad madura; a fuerza de sacrificio, sangre e ideas inauguró su marcha mesiánica entre los laureles de la cultura y los racimos de la madre libertad. Mas a despecho de ello, cierta facción de andrógenos con psicopatías múltiples, viciosos del vilipendio, morbosos y viperinos entre los que haya y ante todo carentes de simiente humana, han sabido mudar la falacia más mayestática en excelencias recubiertas de quimeras, retoricismo y tizne. ¡Desgracia para la verdad humana: ahora cubierta de hollín!¡Huérfana de poesía y sudor materno! ¡Ay, por desgracia para la verdad y para los hombres! Y es que la autoridad ha acabado por imponerse como argumento universal, como amalgama de toda urdimbre, como sentido de evolución natural. Numen de todo panegírico del más grande de los monstruos, el estado. ¡Prole de lo apestado y mefítico, hervidero donde víboras y dioses estraperlistas planean las más bajas añagazas!

En estas coyunturas, donde los ácratas hemos asumido solemnemente la ansiada madurez humana, nos encontramos irresistiblemente impelidos a la decapitación de semejante criatura. ¡El ácrata ibérico no puede ni debe permanecer indiferente a las exigencias del imperativo categórico! La mayor arenga que el ácrata puede procurar no es más que la de la guerra: la del mordaz zarpazo a la autoridad.
Una autoridad que presentase como el maligno: multiforme y polisémica. Siendo fruto del más severo engaño cognoscitivo que con el tiempo se ha enquistado allá donde debería haber germinado la semilla de la cultura. Del “yo mando” han aflorado diferentes manifestaciones de la autoridad: autoridad confesa, autoridad militar, autoridad política, autoridad económica, autoridad pasional…
Autoridad ensotanada, oscurantista, lloricona y opípara. Autoridad que conforma la impostura del obispo desprovisto de decoro, elegancia y humanismo. Autoridad de las cruces ungidas de sangre inocente. ¡Ay… liudas vestimentas que al mínimo rumor sexual consagran su hipócrita concupiscencia!
Autoridad uniformada, engalanada de majadería intelectual, henchida de humo cual fuelle. Autoridad velada con soflamas, amante de la uniformidad, ungüento bautismal de los dioses que arman grandes algazaras. ¡Ay…autómatas que enaltecen la sangre como el mayor de los argumentos!
Autoridad sofista, incondicional del chisme mercantil, catedrática de la logomaquia y la indiferencia. Autoridad empolvada, sobrecargada de pompa, amante del espectáculo circense y de todo engendro que en el yazga. ¡Ay… discípulos de la sin razón y los bajos fondos!
Autoridad desprovista de ciencia, obsesa por el roído metal de los símbolos patrios, ungida por la desvergüenza, útero de la afrenta humana. ¡Ay …. Opulenta, en la que se pudre el pan de los hombres!
Autoridad excluyente, monolítica, cuna de lo prohibitivo y contrario, aduanera de todo sentimiento. ¡Ay… sedimento del latrocinio y yugo de la carne!
¡Ay autoridad… progenitora de la esclavitud humana! ¡Ay tú que el rebenque de la ciencia te ha matado!

Probablemente el hombre siga narcotizándose con el nepenthe a la espera que aquello que engendra la autoridad - el Estado, la Religión y el Capital- posibilite su marcha agónica y desesperada; probablemente sucumba frente al basilisco que incuba cada una de esa ralea de dómines cabalísticos; probablemente su honor acabe por arredrarse frente a la viperina y henchida de orfebrería mano de la autoridad; probablemente…
¡Más hoy no es ese día! ¡Avanzad impertérritos y genuinos, paladines! ¡Por vuestra vida, vuestras avidez de sabiduría y libertad! ¡Por la sangre de vuestras generaciones!¡Por esos hombres que han caídos embravecidos en la batalla, pugnando magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados en la Iberia materna, nos envían , con sus destellos de luz tranquila y remota, el mensaje de la idea eterna que dice a todos sus hijos: paz en la tierra sobre las ruinas de la autoridad!

DELENDA ETS AUCTORITA


¡POR LA IDEA!

Iberia 31 de Marzo de 2009

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