jueves, 15 de enero de 2009

Spain is different I


Hola a todxs. Me dispongo a hacer algo que llevaba tiempo queriendo hacer. Desgraciadamente, no ha sido preparado con todo el tiempo que requiere este asunto. También me siento desafortunado por no conocer exhaustivamente el asunto a tratar y tener que referirme excluisvamente al estado español, más concretamente a su población, y no a toda Iberia, como me habría gustado. En varias entradas de pronta publicación, de entre las cuales esta es la primera, haré un intento, seguramente vano, de aproximación histórica al pueblo español desde el punto de vista del esfuerzo revolucionario y de las barreras frente a él situadas. Será como una destilación en dos momentos, de algo así como los pros y los contras de la historia moderna del pueblo español. Para ello utilizaré la forma genérica introductoria de ''somos un país...'', a pesar de que no siento ninguna vinculación patriótica con el estado español más allá de mi empatía con su fuerza revolucionaria. Empiezo.

Tenemos la suerte y la desgracia de ''ser españoles''. Algunos se empèñan en defender el orgullo patriótico, vinculando este a una idiosincrasia y una serie de herencias consuetudinarias determinadas. Mi orgullo patriótico es la comunión con el esfuerzo de mis ''hermanos''. Somos un país en el que se intentan imponer una serie de idioteces como señas de identidad. Somos un país en el que no amas a tu tierra si no reconoces el derecho a la autoflagelación y a la ocupación de los espacios urbanos como manifestación de fervor religioso. Espera ,no, esto no es así del todo. No amas a tu tierra si no reconoces como cultura el hecho de que la religión católica pueda buscar la adhesión de sus dogmas de fe por parte de la población a través de la imposición del miedo mediante la utilización de una iconografía grotesca y la sumisión al miedo. Somos un país en el que aludiendo a la cultura y a la tradición, se pretende que se imponga una educación en la que predomina una determinada raigambre ideológica. Es lo mismo que hace Chávez al impartir en los colegios venzolanos clases de marxismo. La misma mierda. Pero esto no es la única epifanía burda y sádica que se defiende haciendo alusión a la tradición y a lo consuetudinario. Algunos se esfuerzan en imponer una determinada tradición que a ellos les conviene, y ocultar, por otro lado, la que les resulta desfavorable. Porque la religión católica y su adoctrinamiento ideológico, desgraciadamente, no es lo único que pervive en este país bajo el argumento de preservar la tradición. Me refiero a ese extraño ''espectáculo'' de usar a un sujeto para torturar animales vestido de payaso (tauromaquia, señorxs). Me refiero también a un ''divertido juego'' consistente en frivolizar y pasarse por el puto forro de los cojones las situaciones paupérrimas de desnutrición que perviven en el mundo actual (tomatina de Buñol). Todavía me pregunto por qué sí se puede adoctrinar en torno a una ideología y te tachan de usurpador y enagenado mental cuando intentas establecer un modelo laico y racionalista de educación. Pues somos un país, en el que cuando te preguntas eso, te responden haciendo referencia a la obejtividad de no sé qué cojones de valores de derecho natural. Somos un país en el que el adjetivo ''relativista'', es concebido por muchos como un insulto. Eso dice mucho de nosotros. Somos un país en el que alguna gente da auténtico asco. Gente que tiene una doble moral. Gente que atenta contra la libertad sexual, mientras seres humanos fallecen a causa del SIDA. Somos un país en el que los mismos que defienden la vida del feto en cualquier condición, hacían abortar a las monjas de los conventos, previas innumerables violaciones. A mí me ha quedado claro que si defienden la vida de los niños ya antes de nacer, es para poder violarlos luego en una sacristía. Pero sobre todo somos un país con una historia guiada por el egoísmo y las ambiciones personales. Somos un país donde la traición de hermanos a hermanos es una constante a lo largo de la historia. Somos un país en el que unos muertos valen más que otros. Pero desgraciadamente, también algunos vivos valen más que otros. Somos un país en el que ser ''patriota'' es asesinar a un hermano de color. Somos un país en el que los asesinatos valen en un bando, lo que no vale la defensa legítima del bando opuesto. Joder, si nos hubieran dejado ser lo que deberíamos ser, ahora no estaría escribiendo esto. Eso es precisamente la parte positiva: imaginarse lo que podríamos ser. Spain is different II, próximamente.

3 comentarios:

  1. Yo estoy de acuerdo con la religión católica fuera de las escuelas o su transformación a Historia de las Religiones, pero no estoy de acuerdo con acusar a las órdenes religiosas de monjas de pederastas o curas pederastas por casos que surgieron por ahí, generalizar de esa forma a mi no me hace gracia porque tengo varios amigos que son sacerdotes (a la vez que frailes) y es como si les estuvieras insultando. Ya sabes que si no quieres que te llamemos terrorista por los anarquistas que ponian bombas en la república no tienes tu tampoco que generalizar dentro de la iglesia.

    Respecto a lo de la tauromaquia y la tomatina estoy completamente de acuerdo, eso muestra el doble rasero de la sociedad española que mientras se muestra de acuerdo con los derechos humanos y ayuda al tercer mundo realiza esos actos.

    P.D. como se mete un gadget de traduccion?

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  2. Ya puestos, vamos a criticar las fallas, por eso de que emiten mogollón de CO2 y se pasan el protocolo de Kioto por el forro de los bemoles.
    Buen post, queisiou.

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  3. Las bombas han llegado a ser la consecuencia útilma. El último y desesperado ramalazo de unos hombres que han observado con ojos medrosos la muerte, el vilipendio y la carestía de cultura e ilusiones de sus mujeres, hijos y hermanos. Probablemente nadie desee recordar las agrupaciones racionalistas, los premios nobeles de tendencia ácrata... etc y deseen criticar nuestra postura desde el desconocimiento, la logomaquía y el escolasticismo.

    Con respecto al tema eclesiastico no hay mucho que decir. No es en sí los curas, monjas o frailes lo que el anarquismo pone a crítica como tal, sino las estructuras jerarquizantes y los mecanismos onto-epistemológicos que impone el catolicismo tomando como empresa los distintos y diversos dogmas. La consecuencia primigenia de la sumisión, del escolasticismo, de la supinia, del irrazocinio y la desvergüenza de muchos curas no es menos debido a su vacuidad encefálica tanto como por el ritmo con el que la iglesia acompasa todas las facetas de la vida.

    Iberia Libre

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