martes, 20 de enero de 2009

Spain is different II


Hola a todxs. No todo son sombras en la historia de Iberia. Si hay alguna causa por la que sentirme orgulloso de haber nacido unas coordenadas más al Sur o al Norte (porque eso es ''ser español'') que el resto de los mortales, es de haber nacido a pocos kilómetros de donde grandes personas trabajaron por un mundo mejor. Por ello, y aunque me deje grandes nombres en el tintero, voy hoy a intentar demostrar lo que es el verdadero orgullo. Esta es la gente por la que hay que sentirse orgulloso en la Península Ibérica y no aquellxs que oprimen y reprimen a lxs que quieren ser y hacernos libres. Allá voy.


¿Qué sabe la gente del mundo acerca de Iberia? Si preguntáis a un guiri cualquiera os dirá: ''tortilla y toritou bravou''. A mí eso no me hace ni puta gracia. Que en un futuro se nos vaya a recordar por un, por otra parte excelente, icono gastrnómico y una tradición de tortura animal me revuelve el estómago. Pero la situación se vuelve más lamentable cuando hablamos de gente que intentó liberar a este ave fénix de las heridas en las alas que siempre le han impedido volar. Seguramente a muchxs de vosotrxs no os han enseñado quiénes eran Federica Montseny, Francesc Ferrer i Guàrdia, José Pellicer, Juan García Oliver. A Algunos os suenan los nombres de Durruti y de Ascaso y hace poco introdujimos aquí una presentación de la noble figura de Chicho Sánchez Ferlosio. Lo peor de este asunto es que esos nombres son conocidos al dedillo por anarquistas de todo el mundo. A mí se me saltan las lágrimas cada vez que pienso que cualquier anarquista de Islas Mauricio conoce estos nombres, que aquí no son objeto ni de reconocimiento por Leyes de Memoria Histórica. Ahora nos hablan de una educación laica, gente que no sabe que hace ya más de un siglo, el ambicioso proyecto altruista de la Escuela Moderna de Ferrer i Guàrdia, puso en marcha esa propuesta y muchas otras. Cada vez que se haga mención a una educación laica y racional, debería recoradrse su nombre. Aquí no nos acordamos. Y lo más triste es que en Nueva York sí se acuerdan de él y de su legado gracias a las Modern Schools. Ahora también nos hablan de igualdad. Pues para hablar ya de igualdad hace 70 años, teníamos a Federica Montseny, orgullo anarquista internacional y que ahora, curiosamente aquéllos que aplastaron la Revolución que Montseny anhelaba, la han convertido en imagen de la sección femenina de las juventudes socialistas. Dan ganas de vomitar. Todos vemos en los telediarios las historias de la Pasionaria, Carrillo, y una larga lista de etcéteras. Pero, ¿alguien sabe que la mujer de la que hablo fue la primera ministra de una democracia?. Me temo que nadie lo sabía. Y ahora Obama se nos muestra como ejemplo de oratoria. Si queréis ver oratoria escuchad a esta libertaria y García Oliver en el mitin de Montjuïc. Es una pena que no estemos agradecidos a aquellos que convirtieron a Iberia en un lugar con tantas perspectivas de futuro, que el mismo Albert Einstein se preparaba antes de la Guerra Civil, para emigrar al estado español. Eso tampoco lo sabíais, claro. Al ave fénix del que antes os hablaba, le han cortado las alas millones de veces y lo seguirán haciendo. Parece que a lo largo de nuestra historia a alguien se le puso en mente que este pueblo no podía conocer la libertad. Los impulsos revolucionarios ibéricos han vibrado con más fuerza que en ninguna otra parte del mundo. Pero para que os hagáis una idea, estas tierras son como esx deportista, diamante en bruto, al que las lesiones impiden explotar atléticamente. Las lesiones aquí se llaman traición, ambición y poder. Y sus causantes son iglesia y estalinistas. Porque a ninguno de los dos le ha ineteresado nunca perder el poder político, ideológico y económico, ni siquiera para liberar a esos seres humanos que tan falazmente utilizan para imponer su voluntad y adormecer las conciancias de aquellos en virtud de los cuales son lo que son. El ave fénix resurge una y otra vez de sus cenizas, siendo fruto de admiración internacional (el revolucionario ucraniano Néstor Makhno sentía envidia sana con respecto a la fuerza levantisca y al compromiso revolucionario del pueblo iberico). Qué pena que no nos hayan dejado ser lo que podríamos haber sido, la tierra más rica intelectualmente hablando del mundo. La tierra más libre. Pero el eve fénix volverá a alzar el vuelo, guiado por aquellxs que nunca olvidaron a las grandes mujeres y hombres libertarixs. Y cuando alce el vuelo de forma definitiva, ya nadie podrá cortarle las alas. Viva el pueblo ibérico.

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